junio 15, 2007

La estética es la ética del futuro


Jorge Telerman dijo...

“La estética es la ética del futuro”. ¿Recuerdan? Es un concepto de Lenin.
Mucha gente, para criticarme o para destacar mis virtudes, hizo referencia a aspectos estéticos de la gestión y sobre todo de la campaña.
Algunos comentarios, como el de un anónimo que escribe en este mismo post, critican esa característica de mi gobierno como “aspectos narcisistas que para un artista como Wharhol están bien, pero que en un político son contraproducentes”. En principio, ya sea para bien o para mal, me gusta que se repare allí.
Yo también pensé si no se me iba la mano en eso… Acertado o no, es un camino en el que sigo creyendo. La política tiene que abrirse a otros caminos. No hablo de nueva política o vieja política porque no creo en las definiciones en esos términos. Hablo de que la política debe abrirse a los campos esenciales de la vida. Hoy tenemos una sociedad que detesta y se aburre del mundo de los políticos…
La política debe incorporar el concepto de la belleza. ¿O acaso la justicia no es una forma de belleza? Que la gente viva en condiciones dignas, ¿no es otra forma de belleza? La marginación, los chicos matándose con el paco o la falta de trabajo, ¿no es una contradicción con la belleza?
Lo que nos diferencia a muchos de los de este espacio no es solamente las diferentes prioridades que tenemos en relación con la ciudad, sino también la forma como abordamos y concebimos la vida en comunidad y cuál es el espíritu de Buenos Aires que queremos resaltar. No para negar lo feo, sino para exaltar lo bueno.
Me preocupa que las políticas sociales lleguen a los que más lo necesiten, pero también me preocupa que lo bello llegue todos ciudadanos.
También hay comentarios con elogios sobre este aspecto, como el de Andrea y Federico, que destacan que los cambios de esta gestión “van a estar siempre presentes” o el de Nicolás que agradece la recuperación de su plaza…
Por eso reitero, ya sea para apoyarme o para criticarme, me gusta que se repare en esos aspectos. Le agrega y no le quita a la discusión política. Soy de la escuela que cree en que las formas y el contenido no son universos separados.
Así que acepto la crítica. Si me equivoqué en la forma, lo considero un error y no una frivolidad.
Pero hablemos de eso. Hablemos.
Les dejo un anticipo de mis próximas declaraciones: Acuerdo con otras fuerzas. Por qué creo que fue una obligación y no una opción asumir la jefatura de gobierno luego de la destitución de Ibarra. Por qué a algunos les irrita tanto la libertad de acción y de pensamiento. Y toda la patraña del licenciado.
Jorge.-

14 de junio de 2007 12:39