
¿Qué es lo que nos diferencia de otros pueblos?, ¿Porqué no nos parecemos a los brasileños, a los mexicanos o a los colombianos? Estas preguntas que siempre nos hacemos desde nuestra niñez se nos van planteando en forma y en conceptos distintos que nos llevan a comprender el porque de nuestro país y la razón por la cual somos tan diferentes a las demás culturas.
En este caso, definimos a la cultura como el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, social, etc. de un determinado lugar como lo es la Argentina.
Pero, ¿Qué significa ser argentino?
Algunos autores se quedan con una impresión errónea del argentino al catalogar su forma de ser de una manera muy negativa, describiéndolo como una persona individualista y egocéntrica, pero ser argentino va mucho más allá; ser argentino no es una simple definición que se arma a través de apariencias o que aparece en un diccionario: es un sentimiento, un sentido de pertenencia que una vez incorporado no se borra jamás. Es ese sentimiento el que adjetiva y señala nuestra forma de ser, de pensar y que es realmente inexplicable.
Aun así, creo que es necesario remontarse a la historia para realmente observar el surgimiento de esa Nación que hoy por hoy nos transmite ese sentimiento tan importante de pertenencia, y que no surge simplemente de sucesos, como el del 25 de mayo de 1810 , sino de procesos que marcaron nuestra identidad y la definieron.
Como ya es sabido, la inmigración tuvo vital importancia en el proceso poblacional de nuestro país y constituyó las bases culturales para aquella Nueva Nación. Es un país con un rico legado cultural indígena, español e italiano y que mantiene un vivo interés por la historia del país, simbolizada especialmente en el cultivo de sus tradiciones. Sólo en el arte popular se ha registrado una importante influencia de las culturas indígenas, pero por lo que concierne a lo demás, se podría decir que es una grandiosa integración de distintas sapiencias europeas que conforman la totalidad de lo que somos.
Aún así, los avances producidos en el siglo XX, como el de las telecomunicaciones, o los medios de transporte, hicieron que el mundo en cierta forma se “achicara” y que todas las sociedades se transformaran en una sola cultura globalizada, de la que ninguna se encuentra exenta.
Esta Nación prácticamente nueva como lo es la nuestra, tiene una vida y una cultura propia, que nace de la hibridación de otras anteriormente más poderosas, y que no nos deja un mero reflejo de nosotros, de lo que somos, sino que constantemente nos modifica y nos hace olvidar nuestra verdadera identidad como argentinos.
En este caso, definimos a la cultura como el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, social, etc. de un determinado lugar como lo es la Argentina.
Pero, ¿Qué significa ser argentino?
Algunos autores se quedan con una impresión errónea del argentino al catalogar su forma de ser de una manera muy negativa, describiéndolo como una persona individualista y egocéntrica, pero ser argentino va mucho más allá; ser argentino no es una simple definición que se arma a través de apariencias o que aparece en un diccionario: es un sentimiento, un sentido de pertenencia que una vez incorporado no se borra jamás. Es ese sentimiento el que adjetiva y señala nuestra forma de ser, de pensar y que es realmente inexplicable.
Aun así, creo que es necesario remontarse a la historia para realmente observar el surgimiento de esa Nación que hoy por hoy nos transmite ese sentimiento tan importante de pertenencia, y que no surge simplemente de sucesos, como el del 25 de mayo de 1810 , sino de procesos que marcaron nuestra identidad y la definieron.
Como ya es sabido, la inmigración tuvo vital importancia en el proceso poblacional de nuestro país y constituyó las bases culturales para aquella Nueva Nación. Es un país con un rico legado cultural indígena, español e italiano y que mantiene un vivo interés por la historia del país, simbolizada especialmente en el cultivo de sus tradiciones. Sólo en el arte popular se ha registrado una importante influencia de las culturas indígenas, pero por lo que concierne a lo demás, se podría decir que es una grandiosa integración de distintas sapiencias europeas que conforman la totalidad de lo que somos.
Aún así, los avances producidos en el siglo XX, como el de las telecomunicaciones, o los medios de transporte, hicieron que el mundo en cierta forma se “achicara” y que todas las sociedades se transformaran en una sola cultura globalizada, de la que ninguna se encuentra exenta.
Esta Nación prácticamente nueva como lo es la nuestra, tiene una vida y una cultura propia, que nace de la hibridación de otras anteriormente más poderosas, y que no nos deja un mero reflejo de nosotros, de lo que somos, sino que constantemente nos modifica y nos hace olvidar nuestra verdadera identidad como argentinos.
Imagen de www.argentour.com/emblemas/ bandera/banderaesp.htm
4 comentarios:
No le parecería importante hacer referencia (aunque sea mínima) a la historia? Me parece totalmente importante.
Con lo demás, concuerdo.
Me parece importante, por supuesto que sí.
La historia de una nación es lo que marca su identidad, definitivamente, pero no es en lo que quería hacer incapié.
De todas maneras, gracias por el comentario y por recomendar una página de historia.
P.D: El problema no es que no me importe hacer referencia a lo histórico, ni tampoco es ignorancia de mi parte,... sólo que apuntaba a otra cosa con el post.
Considero también que la identidad tiene una dinámica de construcción, deconstrucción y reconstrucción. Que muchas veces es influenciada, en estos tiempos, por las tecnologías y las posibilidades altísimas de interacción. Tembién creo que en Argentina conviven muchas identidades, incluso con matices en las mismas regiones. De todas maneras creo que sería interesante producir cierto análisis y debate sobre el tema para no caer por ejemplo en ciertas deformaciones como la "identidad nazzional".
Si, totalmente de acuerdo.
Y lo mejor el post es un tanto simplista también,... me he salteado demasiadas cuestiones muy importantes.
Gracias por visitar el blog.
Saludos.
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